Cainitas, cínicos y demás gente de mirada torva


Es éste un país muy dado a denostar, denigrar y/o calumniar. Muy dado al rechazo instintivo y poco dado a las adhesiones (sobre todo si no son borreguiles). Derivado de ello, existe un regocijo algo malsano en ver caer al triunfador. "Si yo no llego, él/ella tampoco", vienen a pensar. Esperan ansiosos el tropezón para apuntarse un tanto, un "ya te lo dije". No soportan el éxito ajeno y se agarran a cualquier excusa peregrina para tirar dardos a la diana con la cara del que, por méritos propios, ha conseguido llegar a algo.

Unas veces este odio, esta enemistad a los allegados o afines es gratuito (en realidad no supone más que alimento para esa envidia insana que habita en sus cajas torácicas). Así se desprecia al compañero de trabajo que asciende, se critica al actor/músico/escritor de éxito, se maldice (por lo bajini) la suerte del amigo al que le toca la lotería...

Otras veces, este deseo del mal ajeno está sustentado en la búsqueda del beneficio propio, sin valorar ni un solo momento la posibilidad del bien común que podría derivarse del triunfo del adversario. Así se rechazan pactos de estado con ánimo de recuperar el gobierno perdido, se critican con fingida convicción decisiones que, más adelante y en el uso del poder, se tomarán sin vergüenza alguna, etc.

Hay también muchas personas que gustan de meter palos en las ruedas. Claro que, como comentaba un compañero de trabajo el otro día, es mil veces más fácil tirar por tierra algo que ayudar a levantarlo. Es mucho más fácil despreciar una idea, una propuesta o una opinión, que tratar de buscar puntos comunes, que hacer una contrapropuesta o que esforzarse en buscarle el lado bueno, aunque eso signifique mover nuestro punto de vista tres grados dirección sur-suroeste.
Siempre habrá alguien que te dirá: "pues menuda mierda", sin más. Y se quedará tan ancho. O que te dirá que no se puede, sin mover un dedo por ayudar. "Para que perdéis el tiempo", dicen, "por mucho que nos esforcemos en bajar de esta montaña donde nos ha pillado la ventisca, vamos a acabar irremediablemente sepultados bajo kilos de nieve". Y tu piensas para tus adentros "una patada en el culo te daba yo, pedazo de lastre. Si quieres diñarla, hazlo con la boquita cerrada, y déjame tranquilo para poder intentarlo".

También hay gente que se dedica con fruición a voltear, girar, doblar, descoser, hasta ver detrás de cualquier iniciativa aviesas intenciones. Pongamos como ejemplo esa campaña de las Cámaras de Comercio que dice que estosololoarreglamosentretodos. Unos (los de la zurda), serán capaces de decir: "lo que estos quieren es que consumamos más, y no estamos dispuestos a seguirle el juego". Y otros (los de la diestra) dirán: "estos son los de la ceja, queriendo salvarle el culo a su presidente". Todos ellos despreciarán la idea.

En este caso, no digo que no puedan tener razón todos y cada uno de ellos (es más, estoy convencido de que en gran medida la tienen), pero ¿por qué razón limitarnos al todo o nada? Vale, ya habéis demostrado que no os han engañado, que lo que en realidad buscan estos tipos es su beneficio, que no son altruistas en absoluto. Pero la posibilidad de que personas anónimas intercambien ideas y propuestas que puedan ayudar a asomar la cabeza a otras muchas que creen encontrarse en un callejón sin salida, no parece mala idea ¿no? De hecho, ya hay otras iniciativas similares que, por desgracia, cuentan con menos medios y presupuesto (como por ejemplo actúacontralacrisis!, desde Junio de 2009) ¿Por qué no aprovecharnos de eso? ¿Por qué no hacerles el juego a medias y quedarnos sólo con lo que realmente nos interesa? Si no quieres consumir, no lo hagas, pero deja que las historias de las personas de la calle inspiren, motiven y animen a aquellos que no saben por dónde seguir.

Es sólo un ejemplo (que, lamentablemente, seguro que es con lo único que se quedará el lector), pero estoy cansado de ver y escuchar la cantidad de gente que se rige bajo ese todo o nada. Mejor hacer 60 xxx, que hacer 10 xxx ¿no?. Pues nanay. Van estos lumbreras y justifican que ellos hagan 0 xxx en el hecho de que tú no llegas a 100 xxx y te quedas sólo en 90 xxx.

Paso de poner ejemplos más concretos. Si os resulta confuso, quedaros con que, para ellos, un momento de debilidad inhabilita todo el esfuerzo realizado. Si no es todo, es nada.

No sé, quizás el problema sea mio. Demasiado ingenuo y optimista (no os preocupéis, cada vez menos), demasiado pragmático y racional (a eso no renuncio) en este país tan visceral, de tan pocos principios para algunas cosas y tan fuertes e inamovibles para otras...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Luismi,

Esto no se hace. Cuando uno tiene un blog que actúa cual linterna en la oscuridad de nuestras almas debe asegurarse de mantener una continuidad. Por Dios, un poco de seriedad, queremos ediciones semanales como poco. De no ser así hablaré con el administrador para que actúe como es debido. He dicho - y creo que no soy el único-.

JC

luismi dijo...

Hombre! Un comentario... Vamos a hacer una cosa. Si alguien demanda una periodicidad, que lo haga con nombres y apellidos Sr JCMO y, ya que lee, al menos que participe devezencuando con algún comentario, polémica y/o ánimo colaborador (si quiere anónimamente, esto sí está permitido).
Lo bueno de los blog es que permiten la interacción. ¡Vagazo! Y lo mismo va por ustedes FMR, DDVM y demás fauna...