Miserables


Estaba a otras cosas, cuando ayer se me cruzó una noticia que me revolvió las tripas. Literal. Un niño de 2 meses y medio murió este fin de semana a causa de las heridas causadas presuntamente por su padres. Los muy hijos de puta podrían haberle dado tal paliza a sus dos hijos mellizos que, lamentablemente, a uno de ellos le costó la vida (por suerte el otro está estable en el hospital). Los padres, esos dos malnacidos, tenían él 23 y ella 20 años. ¿Pero qué coño le pasa a ese tipo de gentuza? ¿Cómo se puede pegar una paliza a un bebé de 2 meses? ¿Qué pretendían haciendo lo que hicieron? ¿Que los niños dejasen de llorar? ¿Qué les hiciesen caso? Seres indefensos que no saben lo que está bien o mal porque no han tenido tiempo de aprenderlo, sufren en sus carnes la ignorancia, la violencia, la frustración, la miseria de unos progenitores que no merecen serlo. ¿Cómo gente tan asquerosamente desequilibrada puede tener hijos? ¿Por qué coño no podemos evitar ese tipo de cosas? Si no fuera frivolizar demasiado un tema tan grave, sacaría a colación lo del carné de padres, ese grial. Y si eso no es posible (ya veo a muchos tirándose al cuello), ¿qué nos queda? Quizás sólo volcarnos en la educación de los niños y jóvenes que luego serán padres. Sólo personas o muy ignorantes o muy enfermas (o ambas a la vez) pueden hacer algo así.

Otra componente del caso, es que el padre (me duelen los ojos cada vez que lo veo escrito), había sido detenido hasta en cuatro ocasiones (la última en Julio de 2006) por supuestos malos tratos y amenazas. En este caso, ese hecho debería haber servido de advertencia. Un tío violento, lo es con todo lo que le rodea. Aunque no se sabe si fue él o ella, la que dio la paliza fatal. A saber. Pero ¿podemos hacer más desde los poderes públicos por prever este tipo de sucesos? Los servicios sociales vienen actuando en este ámbito desde hace tiempo, e incluso en ocasiones se les ha acusado de pasarse de frenada, como en el caso de la madre que por un tortazo a su hijo estuvo a punto de perder la custodia y sufrir una pena de alejamiento. En aquella ocasión, la medida me pareció excesiva, pero ¿y si hubiese ocurrido algo igual en el caso del bebé fallecido? Algo así hubiese podido evitar el fatal desenlace. No sé. Es todo tan complicado. Además, cuanto más pienso en esta mierda, más me revuelvo. Así que lo voy a dejar. Sólo quería dejar constancia de lo que me ha impresionado la noticia. Y leo por ahí que a lo largo de 2009, al menos siete bebés han sido hospitalizados en centros de toda España por sufrir malos tratos en el entorno familiar. Lo único que calma mi ira ante tanta miseria, es desearles el peor de los males a esos dos asesinos. Que vivan muchísimos años (las tripas me piden que todos en la cárcel, una vez se demuestre que fueron los responsables) y que sufran lo indecible todos y cada uno de ellos.

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